Israel: Política interna y política exterior

La actual crisis que se vive entre Israel y Gaza lleva a preguntarse los factores que explican las acciones de Hamas e Israel. La primera respuesta es que Isral actúa como cualquier Estado que percibe una amenaza a su propia seguridad, mientras que Hamas se ha convertido en la resistencia del pueblo palestino a la ocupación de los territorios. Al tablero se pueden incorporar otros actores, como Irán, Siria, Hezbollah y, más recientemente, el ISIS que avanza en Irak y Siria. Todos estos son factores estructurales del entorno internacional que permiten explicar, en parte, el comportamiento del Estado de Israel.

No obstante, me parece que no son variables suficientes y que éstas hay que buscarlas también en el ambiente doméstico. Para ello es necesario explorar la conformación particular del sistema de partidos israelí y su vinculación con el escenario actual. Usando la base de datos de Manifesto Project para seis elecciones de Israel (1949-1959-1969-1981-1992-1999) es posible ver hacía dónde tendió el debate político del país en cada una de ellas y qué partidos concentraron la mayor votación.

Algunas de las categorías que interesan para el presente análisis y que la metodología las considera de derecha son: military (positive) y national way of life (positive), mientras que categorías de izquierda serían: Anti-imperialism; military (negative), peace, internationalism y labour groups (La tabla completa de categoría se puede encontrar en el anexo 1 de este paper). En consecuecia, los partidos más de derecha tendrán una propensión mayor a las fuerzas armadas y al nacionalismo, mientras que los partidos de izquierda serán menos cercanos al discurso militar, más dados al internacionalismo y la paz.

Sin embargo, el surgimiento de Israel es en un contexto particular debido a las condiciones externas. El MAPAI-laborismo, partido que dominó por varias décadas el horizonte político de Israel, es considerado un partido de izquierda (laborista) con muchos postulados parecidos a la socialdemocracia europea, aunque se diferencia de ellos especialmente en las cuestiones de política exterior y nacionalismo. De esa forma, aparece una mezcla entre un partido que busca construir ciertas estructuras de bienestar, pero se aleja de los postulados tradicionales de los partidos de izquierda europeos al situar la seguridad del Estado de Israel y el modo nacional de vida como elementos principales, dejando en segundo plano la lucha de clases y la cooperación internacional del proletariado (esta mezcla es la base del sionismo laborsita). Incluso antes de la formación del Estado de Israel en 1948, el laborismo había establecido relaciones importante con el sionismo internacional, transformándos en un vínculo protagónico entre los asentamientos judíos en el antiguo mandato británico de Palestina y el sionismo que buscaba el establecimiento del Estado de Israel.

El laborismo en Israel, a través del MAPAI o el alineamiento laborista (fundado en 1965) fue una agrupación política relevante hasta principios de los 90 cuando concentraba en torno al 30% de los votos, sin embargo, en sus manifestos partidarios, como se aprecia en los gráficos de abajo, no llegaba a ser un partido de izquierda, y se situaba más bien en el centro del eje. Esto, como resultado de las políticas de bienestar social que impulsaba y que iban mezcladas con la consolidación de fronteras y la seguridad internacional de Israel. Los partidos más extremos, de derecha o de izquierda, concentraban pocos votos y solo fragmentaban el sistema de partidos israelí.

La excepción a esto empieza a ocurrir en las elecciones de 1973 cuando irrumpe el Likud –actual partido gobernante– como un partido importante, obteniendo el 30,2% de los votos y 39 escaños en el Knesset, situándose considerablemente a la derecha. El índice right-left (RILE) debe leerse de la siguiente forma: si se encuentra más cerca del cero significa que en su manifiesto partidario, el Likud equilibró propuestas de izquierda y de derecha, como ocurrió por ejemplo en las elecciones de 1977 y 1981. Mientras que mientras más por sobre el cero se encuentre el índice, significa que tuvieron mayor preponderancia aquellas propuestas de derecha, como ocurre en las elecciones de 1973, 1984, 1992 y 1996. En ninguna elección el Likud —y tampoco el Laborismo— mostraron mayor prevalencia de categorías o propuestas de izquierda. Lamentablemente no hay datos publicados respecto a los manifiestos partidarios de elecciones posteriores como para completar el análisis y las que se encuentran están en hebreo acá.

Likud1

En los gráficos posteriores, el índice RILE se lee de la misma forma. Mientras más por sobre el cero se encuentre, significa mayor prevalencia de propuestas de derecha, en el cero o muy cerca del cero significa un equilibrio entre propuestas de izquierda y propuestas de derecha, mientras que mientras más abajo del cero se halle el índice RILE, es mayor la importancia de políticas de izquierda. Por ejemplo, en las elecciones de 1949 el MAKI fue el partido más de izquierda, MAPAI estuvo prácticamente en el centro y Agudah Israel fue el partido más de derecha.

RILE1949 RILE1959 RILE1969 RILE1981 RILE1992 RILE1999

Como lamentablemente los datos de la Manifesto Project Database para Israel llegan solo hasta las elecciones de 1999, no es posible sacar conclusiones respecto del escenario actual, pero la serie de tiempo permite construir la base sobre la que se levante el sistema de partidos de Israel, pudiendo llegar a conclusiones plausibles que explican el comportamiento en política exterior del país a partir. Es dable concluir que en general el electorado de Israel se comporta como la mayoría de los electorados del mundo, es decir, tiende al centro y la mayoría de los partidos con propuestas extremas de izquierda o derecha reciben un nivel marginal de votos. La excepción a esto es el Likud, sin embargo, sus orientaciones más hacia la derecha vienen dadas especialmente por alusiones a la seguridad y a las fuerzas armadas y no por ir en contra de ciertas estructuras económicas o políticas establecidas durante el dominio laborista.

Pero parece característico que desde el punto de vista interno se priorice el discurso de la seguridad. Incluso en las elecciones de 1992, cuando fue electo primer ministro Yitzhak Rabin que posteriormente sostuvo los acuerdos de Oslo con la OLP, el partido laborista, al menos en su manifiesto, se situó precisamente en el centro, por lo que si realizó menciones al proceso de paz, hizo también menciones a la seguridad.

En consecuencia, el contexto en el que se sitúa Israel y las variables estructurales que podemos extraer el entorno regional, han generado una matriz de discurso político interno en el que la seguridad es fundamental, incluso para los partidos considerados de izquierda. El gobierno de Likud liderado por Netanyahu no ha hecho más que explotar ese discurso para mantenerse en el poder y la amenaza persistente de Hamas resulta funcional a esa construcción histórica que en otro momento la representaron otros Estados u otros grupos extremistas. En ese marco, la pregunta es cómo insertar algún avance para el proceso de paz que sea funcional a ambas partes, como se hizo en Camp David y Oslo hace ya varios años. Probablemente no volvamos a ver en el corto plazo un escenario nuevamente favorable para una discusión de ese tipo, especialmente porque el Likud, más que los laboristas, ha mostrado una tendencia mucho más hacia la derecha, enfatizando mucho más la amenaza y la seguridad, que la concreción de un acuerdo de paz. No obstante, esta última afirmación no tiene un correlato empírico, pues no hay datos de las últimas elecciones que permitan extender el análisis.

Deja un comentario